El gimnasio de tu vecino, ¿lo pagas tú?, es el llamativo eslogan de esta campaña que invita a la reflexión sobre las desventajas de pagar de forma conjunta con el resto de vecinos la factura de la calefacción central. ISTA insiste desde hace años en que, al margen de los requerimientos normativos que establecen su obligatoriedad en la mayoría de los casos, la instalación de repartidores puede suponer un ahorro medio de 300 euros al año.
El mensaje que pretende trasladar la campaña es la idoneidad de pagar exactamente por aquello que consumimos, sin tener que responsabilizarnos del consumo de nuestros vecinos que pueden contar con necesidades de calefacción diferentes o incluso con una sensibilidad distinta que la nuestra de la temperatura de confort.
Esta campaña, que se inició en 2021 una vez que dio comienzo el plazo establecido por la normativa para la instalación de repartidores de costes, se pone en marcha de nuevo para lanzar un mensaje claro y sencillo de entender. ¿Si no pagamos otros gastos/lujos del vecino, como el gimnasio o el spa, por qué nos hacemos cargo de sus gastos de calefacción? ISTA manifiesta que la calefacción en los edificios con sistemas centralizados suele ser altamente ineficiente y, en muchas ocasiones, se desperdicia abriendo ventanas. Con esta campaña se pone en valor el consumo individual y el gran ahorro que se puede lograr, ganando en confort.
Junto a esta campaña publicitaria, y a lo largo de los años, la compañía ha puesto en marcha otras medidas que ayudarán a los consumidores a realizar la transición a la contabilización individual de sus consumos de calefacción. En su página web se puede solicitar un presupuesto a través de una calculadora gratuita con la que, en menos de tres minutos, cualquier persona interesada, desde particulares a profesionales pueden comprobar la viabilidad técnica y económica de la instalación de repartidores de costes de calefacción.