Si bien es cierto que no se espera alcanzar las cifras de años anteriores, los consumidores sí que notarán un incremento en sus facturas. Sin embargo, siempre hay pequeñas acciones que podemos llevar a cabo en nuestros hogares y que nos ayudarán a mantener los recibos a raya.
1. Pequeñas obras y reformas para reducir el consumo de energía.
Si estás pensando que es el momento de mejorar la eficiencia energética en casa y controlar el consumo, desde Green Building Council España (GBCe) nos dan seis ideas (actuaciones) con las que lograrlo y que, en muchos casos, podemos llevar a cabo nosotros mismos. La asociación nos propone mejorar el aislamiento de techos, suelos y paredes mediante el empleo de soluciones como el corcho, el XPS o la lana mineral. También nos animan a renovar nuestras ventanas o, en caso de no ser posible, evitar las fugas de calefacción colocando burletes en puertas y ventanas.
2. Aprovecha la luz solar.
Ahora que la factura de energía vuelve a subir, es el momento de aprovechar al máximo las horas de sol, dejando pasar sus rayos. En las horas centrales del día, el calor que irradia nos ayudará a calentar nuestro hogar.
Y cuando el sol caiga, las bombillas de bajo consumo, los led, los electrodomésticos con calificación energética alta (A o B) serán nuestros mejores aliados. ¡Ah, y recuerda apagar todos esos pilotitos rojos antes de ir a dormir! El llamado “consumo fantasma” supone entre un 11% y un 20% de nuestra factura.
3. Tejidos cálidos y naturales.
Las mantas, cortinas y alfombras no solo son bonitas, también nos ayudan a mejorar el confort en el interior de nuestras viviendas. Una alfombra nos aísla del frío, sobre todo en aquellas viviendas bajas. Mientras, las cortinas protegen el interior de las estancias del frío que se pueda colar por las ventanas.
¿Cómo evitar subir el termostato cuando cesa la actividad y nos tumbamos cómodamente en el sofá? Las mantas y jerséis serán nuestros mejores aliados. Eso sí, intenta que sean siempre tejidos naturales como el algodón.
4. Controla la calefacción.
A todos nos gusta pasear cómodamente en manga corta por nuestra vivienda, pero si no queremos que nuestra factura y nuestro impacto en el medio ambiente alcancen cifras de vértigo, lo mejor es mantener el termostato en torno a los 21º. Si no es posible porque no cuentas con un dispositivo de control, siempre puedes optar por cerrar aquellos elementos situados en habitaciones sin uso.
Desde ista siempre recomendamos realizar una monitorización del consumo, que nos ayude a ver cuáles son los días y las estancias en ls que el uso de calefacción es más intenso, de manera que podamos conocer nuestro gasto y reducir la factura.
Si tu edificio cuenta con calefacción central, la instalación de repartidores de costes te será de gran ayuda al ofrecer información sobre tu forma de consumir calefacción.
Además, para que la lectura de la factura sea más sencilla, hemos publicado un vídeo donde explicamos de manera detallada los distintos consumos que se incluyen. Te invitamos a verlo aquí.